Senderos sin barreras está diseñado para posibilitar al alumnado una formación de 400 horas divididas en cuatro meses, en un sector en auge, el turismo rural. Se trata de dotar a personas discapacitadas, muchas de ellas en riesgo de exclusión social, de los conocimientos necesarios para trabajar como guías intérpretes del medio ambiente, para cualquier tipo de visitante, incluso aquél con falta de movilidad.
El proyecto tiene la vocación de fomentar la superación personal y la igualdad colectiva, unos valores con los que los estibadores se identifican y promueven a través de distintas iniciativas solidarias. Senderos sin barreras, además, supone el primer proyecto del Centro de Formación Pepe Marrero, dependiente del sindicato de estibadores portuarios de Las Palmas, desde que comenzara su nueva andadura, con el cambio de gerencia que tuvo lugar en febrero de este año.